Pues nada, Fran, sé muy bienvenido. Espero que te sigan otros con su presentación.
En cuanto a lo que dices de Esther, he de confesarte que a mí también me gusta; pero como muñequita de porcelana. Hay que admitir que, físicamente, es una monada, pero cantando... va a ser que no, ¿no te parece?
Sin embargo, Miriam es toda una artista de los pies a la cabeza. Y para colmo, es otro bellezón. La diferencia entre ambas es bien notable.